✨ Mares de Fuego: Tras las velas de la historia
Hay novelas que se escriben, y otras que se viven. Mares de Fuego pertenece a la segunda categoría.
Con esta nueva entrega, continúo la travesía que comencé en Liberum 1580: La Libertad Dorada, una saga ambientada en uno de los momentos más fascinantes —y menos explorados— del siglo XVI: cuando los océanos aún eran fronteras indomables y la Historia se decidía entre tormentas, cartas náuticas y alianzas inesperadas.
Esta vez, el viaje nos lleva más allá del Caribe. Desde Cádiz hasta los palacios de Argel, Mares de Fuego se adentra en el corazón del Mediterráneo otomano, en un mundo donde corsarios, emisarios y capitanes se movían al filo de la diplomacia y el acero. En el centro de esta historia está Jacqueline Roberts, la hija adoptiva del legendario Bartholomew Roberts, enfrentándose a la mayor pérdida de su vida… y también a la misión más peligrosa.
Como autora, he intentado mantener el equilibrio entre la documentación rigurosa y el pulso narrativo. Quería que cada escena oliera a sal, a pólvora, a incienso y a café turco. Que el lector pudiera oír los pasos en los patios de Argel o el crujido de los mástiles al viento. Que se sumergiera, como yo lo hice, en una época donde las decisiones se tomaban al filo de una daga o de un susurro.
¿Es necesario leer la primera parte?
No. Mares de Fuego puede leerse de forma independiente. Pero si disfrutaste de La Libertad Dorada, descubrirás cómo los hilos que comenzaron a entretejerse en La Rochelle o en Tortuga, encuentran aquí nuevos nudos, giros y revelaciones. Y sí, también aparecen nuevos personajes —algunos inesperados— que amplían el universo de la serie.
📘 Mares de Fuego ya está disponible en Amazon Kindle por 3,99 €
🇪🇸 Cómpralo aquí en Amazon España
🌍 O aquí si estás fuera de España
📬 La versión en inglés estará disponible muy pronto.
Si quieres ser el primero en enterarte, suscríbete a mi newsletter o sígueme en Instagram.
Gracias por acompañarme una vez más en este viaje. Porque, al final, escribir —como navegar— siempre es más apasionante cuando se comparte.
—Daphne Wills